La presidenta Bachelet envía al exfutbolista Caszely a estudiar los modelos de éxito europeos
El exfutbolista chileno Carlos Caszely fue cinco veces ganador y tres máximo goleador del campeonato con Colo Colo, fue dos veces mundialista, también fue ídolo en los clubes en donde jugó, Levante y Espanyol, pero lo que se destaca es que fue de las figuras públicas que enfrentó al dictador Pinochet.
Ahora a sus 64 años se prepara para un nuevo reto, reuniendo ilusión y energía; a petición de la presidenta, Michelle Bachelet, ha aceptado un cargo inédito que es de embajador deportivo en Europa, la misión que tiene es estudiar y tratar de importar a su país los modelos de éxito que tiene el viejo continente.
Caszely explica lo que le han encomendado, toda Europa es su campo de operaciones, pero la sede será en España con oficina en la embajada. 'Estudié educación física y siempre tuve el bichito de que el deporte en mi país estuviera en pañales. Tenía la ilusión de ensancharlo'.
La labor del exfutbolista es abrir puertas, y analizar lo que hizo España para alcanzar grandes resultados durante los últimos 10 años, para ello indica que desea llevar gente para estudiar y traer a Chile profesores.
De Portugal estudiará el modelo para ser mejor en hockey, de Italia el voley, e ingresar en el deporte para personas especiales para ello desea apuntar a congresos de psicología deportiva. “He venido aquí a sembrar y espero que en 5 años se noten los resultados”.
Desde su retirada en 1985, Caszely ha sido periodista deportivo, cantante ocasional y actor en tres películas, siempre con conciencia social.
En vísperas del Mundial del 74 se negó a jugar el Estadio Nacional, donde se habían cometido las mayores atrocidades durante el golpe, y se negó a saludar a Pinochet. 'Me podía haber costado el Mundial... y algo más. Pero el futbolista primero es persona. El único periodista que contó cómo me negaba a darle la mano lo hizo para quedar bien con las autoridades... y lo echaron porque si no lo cuenta no se entera nadie'. Años después, la dictadura trató de sabotear su partido homenaje, al que había invitado a estrellas de otros países de Suramérica. 'Prohibieron informar a radios y televisiones, solo la transmitió la Radio Cooperativa. Y gracias a eso tuvo una audiencia extraordinaria'.